El fraude se está llevando a cabo desde finales de febrero a través de SMS, correo electrónico y ventanas emergentes en el móvil.
Propone la realización de una encuesta empleando como señuelo el supuesto sorteo de un terminal móvil de alta gama. Su objetivo último es obtener los datos personales y financieros de los receptores del mensaje, poniendo como excusa el pago del envío del teléfono móvil.